Llegó, saludó a la gente, se pegó un menudo con una agua aromática y le dijeron “comenzamos en dos minutos”. Allí quedó el plato, Jorge Yunda se dirigía ahora a conducir la segunda edición de su programa radial ‘El Chulla Alcalde’ cobijado bajo una carpa blanca colocada en el suelo desnivelado de la plataforma Primero de Mayo, en el sector de San Roque, centro de Quito.

El alcalde en disputa se sienta en medio de una mesa. Detrás, una pantalla grande con el logo de su transmisión. Se pone audífonos de diadema, se acerca al micrófono y el programa comienza a tiempo en medio del olor a hierbas medicinales, principal producto que comercializan quienes lo acompañaron el pasado viernes.

Las sesiones, que recuerdan a las sabatinas del expresidente Correa, son un tanto más humildes que las de ‘Rafa’, pero están cargadas de elementos parecidos.

En el marco de la comunicación, “es claro que lo que está trabajando (Yunda) es su imagen política para retomar el grado de confianza por parte de un sector de la ciudadanía, con el objetivo de que ellos sean los que salgan a respaldar su causa frente a todas las situaciones que vive el Municipio”, analiza la politóloga Sofía Guerrero.

Un intermedio de música popular con banda de pueblo al ritmo de la tuna quiteña pone a aplaudir a los asistentes y a Yunda, quien zapateó alegre.

Al experto en comunicación política e imagen Xavier Jiménez, el nombre ‘El Chulla Alcalde’ le parece curioso. “Hace referencia a un único alcalde y además recuerda al ‘chulla quiteño’, un personaje carismático y querendón, el amigo de todos, el que no tiene dinero pero saca de quién sabe dónde para poner la cuota para el bautizo de algún ahijado. Al ‘chulla’ podía faltarle todo, pero no a sus amigos”.

Un poco de interferencia interrumpe al exradiodifusor por varias ocasiones y lo hace lanzar una broma: “Veo más técnicos que músicos y no le atinan una”. El público ríe.

Yunda está jugando en su terreno, que conoce por su pasado en Radio Canela, donde entretener era su fuerte. Aquí entrevista a gente, atiende llamadas por teléfono, él decide la dirección que toma el evento.

Tanto Guerrero como Jiménez coinciden en que el programa busca crear una realidad alternativa, en la que los problemas de la Alcaldía no existen y solo se muestran las bondades. Algo que el exalcalde Roque Sevilla califica de “manotazos de ahogado”. Él acusa a Yunda de usar su posición para “tratar de ganarse la voluntad de ciertos sectores populares”.

Para Yunda, la razón de crear este programa obedece a la necesidad de “reactivarnos económicamente” y permitir que la ciudadanía tenga más cercanía con las autoridades. Así, se aleja Yunda, quien todavía no sabe dónde está su hijo.

Una herencia del correísmo

 “La retención de personas a través de los medios de comunicación en la que se crea una realidad distinta a lo que observan los ciudadanos”, fue la principal característica de las sabatinas de Correa, puntualiza la estratega política Sofía Guerrero. Y esas cualidades las observa también en el programa ‘El Chulla Alcalde’. Según la experta, el programa pretende crear la imagen de un Quito de oportunidades que transmita los buenos síntomas de una reactivación económica en marcha.