Las puertas de la bodega de la que se llevaron a un joven, amenazado con armas, no se han abierto desde el martes 29 de agosto de este año. El teléfono que se exhibe en el letrero tampoco tiene respuesta. En Atucucho, norte de Quito, están atemorizados. El 30 de agosto entraron cuatro tipos fuertemente armados al local y a la fuerza se llevaron al hijo del dueño. Lo subieron a un carro blanco.

Tras el suceso mencionado, de inmediato se emitió la alerta por medio de una de las empleadas del negocio. Los vecinos vieron que el vehículo abandonó el sector sin problemas. Los secuestradores tomaron la vía a Nono, hacia el norte de la capital.

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El operativo policial que se generó tras la denuncia se extendió hasta Nanegal, parroquia del noroccidente de Quito.

A decir del mayor Santiago Luna, jefe policial de ese Distrito, el operativo que articuló la Policía Nacional acorraló a los supuesto secuestradores. “Se pusieron en marcha los patrulleros y un helicóptero. En total, 25 personas con agentes de la Policía Judicial”, explicó el uniformado.

Ya habían pasado un par de horas y la desesperación entre los secuestradores tras la intervención policial, al parecer, aumentaba. Así se entiende que hayan dejado abandonado el vehículo con el muchacho en un sector de la vía a Tandayapa.

Mientras que los presuntos secuestradores huyeron. “No se logró encontrarlos”, informó el jefe policial.

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Poco después de que los elementos policiales se hicieron cargo de la escena, llegaron los padres del joven para llevarlo a la casa y colocar la denuncia respectiva.

“La gente no puede surgir un poco que ya le caen los delincuentes”, reclamó una moradora de Atucucho. Ella contó que la familia afectada es conocida en el barrio por ser trabajadora y que habían expandido el negocio durante 20 años. “Tampoco es que son millonarios. Nunca han tenido problemas con nadie”, agregó la vecina.

Quienes tienen negocios cerca tienen miedo de abrir sus puertas. “Yo vendo salchipapas, ya me va a dar miedo de que me vaya bien”, comentó otro morador. Ninguno quiso identificarse, por miedo a represalias.

Blanca Haro, dirigente barrial, dijo a EXPRESO que hace dos meses llevaron a cabo marchas para contrarrestar la inseguridad, pues ya se han registrado casos de extorsiones.

¿Qué fin tuvo la marcha? “Quedó ahí, porque los vecinos no son tan unidos”, lamentó la dirigente.

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Sin embargo, ya están preparando otra manifestación, pues nunca se había visto un secuestro en la zona, aseguran. “Cada vez tienen menos escrúpulos. Eso pasó a plena luz del día”.

La vía a Tandayapa es de tercer orden y se conecta con la carretera Calacalí-La Independencia, que lleva a la Costa. Es por eso que sería usada para huir, según el mayor Santiago Luna. “En un mes hemos recuperado cuatro vehículos robados. Ya se conoce que huyen por aquí porque no es muy concurrida”, agregó.

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