El rostro del microtráfico en Quito: más violencia, más menores implicados
Quito enfrenta ola de microtráfico: 175 operativos y 251 detenidos en 2024. Conoce los detalles
El rostro del microtráfico en Quito es cada vez más visible, peligroso y preocupante. Parques, urbanizaciones y los alrededores de centros educativos se han convertido en escenarios clave para la venta y consumo de sustancias ilegales como marihuana, cocaína, base de cocaína y otras drogas camufladas en productos aparentemente inocentes, como gomitas y chupetes. La Jefatura de Investigación Antidrogas ha identificado un alarmante aumento en el consumo, especialmente entre niños y adolescentes.
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“Estamos viendo un crecimiento acelerado del microtráfico en el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ). Es una problemática que va más allá del ámbito policial: es un tema de salud pública y debe ser tratado como una política estatal que abarque desde la niñez hasta la adultez”, advirtió el coronel Hugo Amores, jefe de la Jefatura de Investigación Antidrogas.
Entre el 26 de mayo y los primeros días de junio, la Policía Nacional ejecutó nueve operativos antidrogas en zonas altamente conflictivas como La Lucha de los Pobres, San Antonio, Guamaní, Carcelén, Barrio Nuevo, El Quinche, el Centro Histórico y San Roque. El resultado: once personas detenidas, el decomiso de 46.600 dosis de sustancias sujetas a fiscalización, celulares incautados, dinero en efectivo y un golpe al mercado interno equivalente a más de $46.000.
Sin embargo, estos operativos no son casos aislados. Durante el primer semestre del año, se han desarrollado 175 operativos antidrogas en Quito, con 251 personas aprehendidas y el decomiso de 136.485 gramos de sustancias ilegales. Las zonas con mayor índice de intervenciones son Quitumbe y Eloy Alfaro, donde el microtráfico ha arraigado con fuerza. En Calderón, por otro lado, se ha registrado un inquietante incremento en los niveles de violencia, ligado directamente a disputas territoriales entre bandas criminales.
Puntos calientes de distribución de droga
El Distrito Quitumbe encabeza la lista con 33 casos, 53 detenidos y 25.836 gramos de droga incautada, incluyendo marihuana, cocaína, base de cocaína y heroína. Le siguen el Distrito Eugenio Espejo, con 32 operativos y 15.000 gramos decomisados, y Tumbaco, con 28 casos, 15 detenidos y un sorprendente decomiso de 40.290 gramos.
Estas cifras, según la Policía, revelan no solo la magnitud del problema, sino también su complejidad. “Muchas veces, el consumo y la adicción tienen origen en la falta de educación, la destrucción del núcleo familiar, problemas sociales y la falta de empleo. Estas causas terminan alimentando el ciclo del microtráfico”, señaló el coronel Amores.
Una de las alertas más graves es el uso de menores de edad para actividades ilícitas. Alrededor de 40 adolescentes, entre los 14 y 18 años, han sido detenidos en lo que va del año. Se estima que el 45% de los 251 detenidos tiene antecedentes penales por microtráfico o robo, y la mayoría son de nacionalidad ecuatoriana (214), seguidos por ciudadanos colombianos (16) y venezolanos (21).
“Los adultos usan a menores como distribuidores porque saben que las medidas socioeducativas no son suficientes. Por eso estamos impulsando una reforma legal que permita sanciones más efectivas para estos casos”, dijo el jefe policial.
Quito, triángulo dorado de la cocaína
La Policía también ha detectado nuevas modalidades de microtráfico. Una de las más preocupantes es la venta de dulces -gomitas, caramelos y chupetes- impregnados con sustancias sujetas a fiscalización, especialmente a través de redes sociales. Estos productos son atractivos para niños y adolescentes, lo que multiplica el riesgo de adicción desde edades tempranas.
Además, las bandas han empezado a almacenar droga en viviendas arrendadas dentro de urbanizaciones privadas, sobre todo en el sur de Quito. Se utilizan también servicios de mensajería para transportar estupefacientes desde otras provincias. “Pedimos a la ciudadanía que revise con cuidado a quién se arrienda una propiedad. Las casas usadas para almacenar droga generalmente son rentadas a nombre de terceros para evitar sospechas”, advirtió Amores.
Para el coronel Amores y expertos como Mario Pazmiño, analista en seguridad y exdirector de Inteligencia del Ejército, el problema no se limita a lo local. Pazmiño sostiene que Quito forma parte del llamado “triángulo dorado de la cocaína”, un corredor estratégico que inicia en el puente de Tumaco (Colombia), pasa por Puerto Asís (Putumayo) y desemboca en la capital ecuatoriana.
“Por este corredor transitan cerca de 850 toneladas de cocaína al año. Las organizaciones criminales que operaban en la Costa han encontrado en Quito un nuevo centro logístico, usando la ciudad como punto de acopio o paso temporal. De ahí la importancia de controlar los llamados ‘santuarios’ del microtráfico”, explicó.
Según investigaciones realizadas por Pazmiño, ya operan 17 santuarios del microtráfico en Quito, entre ellos la Ferroviaria, Solanda, Quitumbe, Comité del Pueblo, La Roldós, Pomasqui, Tumbaco, el Panecillo, la Magdalena y Puengasí. Estos sectores fueron inicialmente ocupados por asentamientos irregulares, pero con el tiempo, las organizaciones delictivas establecieron allí sus redes de distribución, aprovechando el débil control estatal y policial.
La presencia de bandas como Los Lobos, Los Lobos Invisibles (una escisión del grupo original) y Los R7 en el DMQ, ha incrementado no solo el tráfico de drogas, sino también las muertes violentas. Las disputas por el control territorial de rutas y puntos de venta son, según las autoridades, la principal causa de estos hechos.
