Quito

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Ajenos. Los usuarios de este camino son propios y extraños al sector. Muchos llegan desde otras barriadas y se dirigen por este paso para llegar temprano a sus trabajos.Gustavo Guamán

República de El Salvador: un recodo de la inseguridad

Un callejón ubicado en esta zona de alta plusvalía es la guarida de mendigos y consumidores. La AMC lo corrobora y los vecinos piden su cierre

Un pasaje que conecta las avenidas República de El Salvador y 6 de Diciembre, al norte de Quito, es uno de los rincones donde la mendicidad e inseguridad se camuflan diariamente y que pone en desventaja a los moradores de estas populosas zonas, conocidas principalmente por ser el corazón financiero y comercial de la capital.

Este espacio está ubicado a un costado de un establecimiento cinematográfico. Según Juan Urrutia, guardia de seguridad, siempre existió, pero en malas condiciones. Hasta hace casi una década, cuando fue rehabilitado, aparentemente por una empresa privada, que colocó luminarias y mejoró la fachada del acceso, convirtiéndose así en un sitio de desfogue rápido para aquellos que buscaban llegar al otro lado de la zona de este a oeste, o viceversa.

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“Como antes era botado y oscuro, la gente no pasaba y optaba por darse la vuelta por la Portugal o por la Naciones Unidas para llegar a la 6 de Diciembre. Desde que se volvió peatonal el espacio, la delincuencia e inseguridad aumentaron. Ahí se camufla gente de dudosa procedencia. Solo aquel que quiere que le roben cruza por ahí, más que nada en la noche. Es zona roja”, manifestó.

Gerardo Jiménez vive en la Portugal y República de El Salvador desde hace más de dos décadas y cuenta que este espacio ayuda mucho para ganar tiempo cuando se tiene algún apuro, pero considera que sí se debería mejorar la seguridad en la zona para evitar la presencia de mendigos y consumidores de estupefacientes, que desde las 17:00 ‘hacen guardia’ en ese sitio.

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Acumulado. Al pie de las escalinatas los indigentes dejan sus desechos orgánicos. Las paredes tienen grafitis y pese a la iluminación no es suficiente.Gustavo Guamán

“Es una ayuda, pero también es una zona muerta. No hay vida en este tramo que tiene más o menos unos 500 metros. El Municipio debería ver la forma de volverlo más transitable, más vivo, para evitar la presencia de maleantes”.

Jiménez añade que en ocasiones, por la soledad del lugar, la gente que vive en condición de calle lo ha convertido en “retrete público”.

“En la mañana se percibe el olor a orina y se observan bultos de heces humanas. Además de colillas de cigarros o manzanas que ya fueron quemadas. Hay un guardia del cine que a veces está pendiente de la gente que circula por aquí, pero no es todo el tiempo”.

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Una nueva zona roja se traza en la Real Audiencia

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Mariana Morales es otra habitante de la zona. También ha padecido la persecución y acoso de los indigentes, quienes son insistentes y agresivos cuando no les entregan dinero, revela la mujer. Por eso para ella, así como para otros moradores, la solución inmediata es cerrar este camino definitivamente.

“Y la solución hasta que eso ocurra es evitar usarlo y, aunque tome más tiempo, darnos la vuelta por las calles principales, donde a pesar de que también existe riesgo se ve a más personas y hay más opciones de pedir auxilio”, opinó.

Desde la Agencia Metropolitana de Control (AMC), Javier Vozmediano, uno de los elementos encargados del control del espacio público, corrobora lo denunciado por la ciudadanía, añadiendo que todos los días deben lidiar con este tipo de inconvenientes, al punto de que cuando la situación se torna pesada se apoyan en la Policía Nacional.

Según el agente, en un día retiran de 10 a 12 personas que piden caridad en la escalinata de este paso, generalmente extranjeros, quienes también se valen de niños. Y sobre aquellos que consumen drogas, dice que son de 8 a 10 en un solo día.

“Realizamos patrullajes de 24 horas en el sector porque conocemos que la inseguridad es mayor, pero también pedimos que la gente evite estos espacios de peligro, pese a que se demore más al rodear la zona, y que al menos tenga a buen recaudo su integridad”, finalizó.

Este camino es una buena alternativa en casos emergentes, pero sí deberían las autoridades darle vida para que no sea tan muerto. A veces es baño público.

Gerardo Jiménez - morador de la República de El Salvador