A Gabriela, una diseñadora gráfica de 31 años, la despidieron en octubre de 2020 y tras gastarse sus ahorros, a mediados de 2021, buscó iniciar un pequeño negocio.

“Comencé a hacer bolones y empanadas de verde para vender a familiares y amigos. Por lo menos, me ayudó a pagar servicios básicos y arriendo de mi departamento”, aseguró la profesional desempleada.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), 10 de cada 100 quiteños de la Población Económicamente Activa (PEA) no tenía un empleo y la capital era la ciudad con más desempleo, hasta concluir el año pasado. Y solo 45 de cada 100 personas de la PEA tienen un empleo adecuado.

En los dos últimos años, la situación empujó a capitalinos a iniciar “emprendimientos de desesperación”, aseguró Wilson Araque, presidente de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo.

Son negocios que nacieron sin capacitación alguna y con el fin de conseguir ingresos, puntualizó Araque.

Por intuición, las personas desempleadas buscan emprender en negocios de comida, en su mayoría, aseguró Enrique Crespo, director de la Agencia de Promoción Económica (ConQuito). Esa es la tendencia que ha notado en las capacitaciones que proporciona la entidad a los negocios.

En Quito, entre el 92 y 95 % del empleo de la ciudad es generado por pequeñas y medianas empresas, aseguró Crespo. Sin embargo, los negocios que han surgido en la capital han sido una respuesta a la compleja situación laboral, reconoce Crespo.

“Cuando el Gobierno deja de invertir o hay recorte de nómina, la ciudad sufre”, aseguró Crespo.

El emprendimiento de subsistencia es una “lógica perniciosa”, aseguró el titular de ConQuito porque son negocios que no son sostenibles en el mediano plazo. Los negocios de subsistencia no general nuevos empleos porque nacen con una lógica de generar ingresos inmediatos, explicó Crespo.

En ese contexto, la capacitación y el capital semilla han sido los dos mecanismos con los que ha buscado impulsar ConQuito a las pymes de la ciudad.

Para este año, ConQuito cuenta con un presupuesto de $ 5 millones, el más alto que ha tenido la entidad históricamente, aseguró su director. El año pasado, el presupuesto fue de $ 2,8 millones, el cual fue ejecutado en un 80 %.

“¿Para una ciudad de 2,8 millones de habitantes es suficiente $ 5 millones? Definitivamente no, pero es un inicio”, dijo Crespo.

Situación.

El desempleo en Quito llegó al 11,4 %, la cifra más alta entre las ciudades que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos.