Ver a hombres y mujeres llegar con sus envases vacíos para comprar detergente líquido, suavizante o cloro, es algo que se está convirtiendo en una actividad muy recurrente en varios sectores de la ciudad. Doña Nelly, una ciudadana de la zona de las calles Zamora y Brasil, al norte de la ciudad, llegó como cada quince días a recargar sus envases y manifestó que gasta hasta la mitad de lo que le costaría comprar en el supermercado. “Es un ahorro para nuestros bolsillos en esta época donde todo está caro” cuenta.

En dicho sector se encuentra unos de los ocho locales que comercializan productos de limpieza al peso en la ciudad. Es decir, comercios donde los consumidores llegan con sus envases vacíos a comprar sus productos y pagan solo por el contenido y no por envase, logística o etiquetado.

“Es una idea inspirada en Europa. Allá es algo normal que, en cada barrio, en cada calle, uno pueda comprar productos de limpieza a través de recargas en los envases”, explica Karen Alcaide, propietaria de un local ubicado en la calle Zamora y Brasil al norte de Quito.

Compac Xpress, como se llama el emprendimiento y surgió en época de la pandemia del COVID-19 de la mano de la empresa quiteña Quimelia C.A. que se dedica a la fabricación de productos de limpieza para grandes empresas y una ex empleada, Karen.

“Conversé con el dueño de la empresa de la idea de vender al peso, porque no había en el país. Al inicio fue difícil, empecé a vender a domicilio. Y durante estos dos años ya los clientes empezaron a llegar”, dice Alcaide, quien es además la directora de la franquicia, pues ha ayudado para que la idea la repliquen en otros sectores como Cotocollao, La Villaflora, Tumbaco, La Armenia, Conocoto, entre otros sectores.

Los consumidores pagan hasta un 50 % menos de lo gastarían por comprar un producto en envase nuevo. “Son productos de calidad y por eso los clientes vuelven”, manifiesta Richard Leiva, miembro de la empresa fabricante.