Un experimento. Tras anunciar la futura peatonalización de la calle Guayaquil, una de las principales arterias del centro, este fin de semana se llevó a cabo un plan piloto para analizar los resultados.

Desde el sábado a las 06:00 hasta hoy, el Plan Piloto de Movilidad Sostenible cerró un tramo de la concurrida vía entre las calles Caldas y Rocafuerte, permitiendo únicamente el ingreso de bicicletas, scooters y cochecitos, y permitiendo a los establecimientos sacar mesitas a las calles.

Ochenta y nueve agentes de tránsito y más de un centenar de funcionarios harán los controles logísticos y tomarán estadísticas sobre el impacto al tránsito y el ingreso de ciclistas y peatones a la zona.

Estos datos se tomarán en cuenta a la hora de establecer la viabilidad del proyecto que se sumará a la peatonalización previa de las calles Venezuela y García Moreno.

La medida ha recibido reacciones encontradas. Si bien los dueños de negocios en el sector apoyan la decisión, pero piden que se desarticulen los cierres repentinos del centro durante la semana, los residentes han manifestado su desacuerdo.

Esto, ha señalado el Frente de Defensa del Centro Histórico, se debe a que consideran que la peatonalización complica la movilidad, dificulta el acceso al transporte y vuelve inseguros los tramos a los que no hay acceso vehicular.

En esta ocasión, el cabildo entregó salvoconductos a los residentes para que puedan ingresar y salir de sus viviendas y negocios.