Tras el desbordamiento del río Pita, registrado la noche del pasado miércoles 5 de abril de 2023, los estragos todavía no cesan y los habitantes más próximos a este desastre natural siguen enfrentando problemas.

Los barrios aledaños al afluente, como Santa Teresa de Píntag, Santo Domingo y otros de la parroquia La Merced, denuncian la falta de agua potable e incluso del alumbrado público que se perdió, como en el barrio Cashapamba, al suroriente de Quito.

(También puede interesarle leer: El desbordamiento del río Pita provoca daños en 44 viviendas)

En este último sitio, el puente que conectaba a Píntag con el sector que conduce a El Colibrí fue arrastrado por la corriente y los moradores están incomunicados, por lo que deben realizar un recorrido de hasta 45 minutos para llegar a una zona céntrica.

El domingo 9 de abril, por la tarde, un equipo de técnicos realizó las reparaciones correspondientes en los tendidos eléctricos públicos. Así lo aseguraron los moradores, quienes además continúan a la espera de ayuda por parte de las autoridades de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), para que les suministren el líquido vital, cuya escasez se registra hace cuatro días.

Esthela, moradora de Santa Teresa de Pintag manifestó que un solo tanquero de la empresa ha llegado al sitio y una sola vez en el día para proveerles de este servicio. "No es suficiente para cocinar, bañarse, lavar las cosas. Todo está sucio y se necesita por lo menos que vengan unas tres veces en el día", solicitó.

Desde la Epmaps se informó a este diario que para solventar el problema están considerando enviar tres tanqueros a las zonas más afectadas y desabastecidas.