
Controles de velocidad en Quito: ¿por qué son necesarios pese a las críticas?
Exceder los límites es una de las principales causas de los accidentes de tránsito
Cada día, en Quito se registran en promedio 10 accidentes de tránsito. Son cifras que ya no sorprenden, pero que deberían estremecer debido a que detrás de cada siniestro hay una historia truncada. El exceso de velocidad es una de las principales causas, y también el factor que vuelve cada accidente más mortal.
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Durante 2024, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) reportó 261 muertes en las vías de la capital, es decir, una vida se perdió cada 34 horas. Es el número más alto desde 2020. Y el panorama no es alentador a escala nacional: en Ecuador, las muertes por siniestros viales alcanzaron las 1.832, según cifras de la Agencia Nacional de Tránsito.
Rebecca Bavinger, líder del programa de seguridad vial de Bloomberg Philanthropies, señala que Ecuador tiene una de las tasas de mortalidad más altas en la región de las Américas, superado únicamente por República Dominicana y Haití.
La meta global es clara: reducir a la mitad estas muertes hasta el 2030, sin embargo, el desafío no es nada fácil. El enemigo a combatir es el exceso de velocidad, dice Bavinger.
Ante ese escenario, Bavinger menciona que es urgente que se retomen los controles de velocidad en la capital. Recordó que en julio de 2024, cuando se implementron, la siniestralidad se redujo en un 32%.
“La velocidad mata”
Al suspenderse los controles, los siniestros volvieron a escalar. “La velocidad mata”, enfatiza Karina Gallegos, directora Metropolitana de Movilidad Activa del Municipio de Quito.
Intentos como la campaña “50 es la clave”, que promovía límites seguros en zonas urbanas, quedaron en pausa. Y la falta de un reglamento para aplicar la Ley de Tránsito desde lo local deja a los municipios sin herramientas para actuar.
Para Gallegos, la actual administración enfrenta el desafío de nuevamente implementar los operativos de velocidad. Pero la tarea no es fácil. En un primer intento, en julio de 2024, se interpuso una demanda de inconstitucionalidad debido a que se consideró que la pena de tres días de cárcel por exceder los límites era desproporcionda, que finalmente fue aceptada por la Corte Constitucional.
Durante la semana de la seguridad vial, en mayo pasado, se intentó realizar controles preventivos con cinemómetros, sin embargo, Gallegos, señala que llegaron varias observaciones de la ciudadanía e incluso se presentaron demandas. "Es algo que debemos dar pelea porque hay evidencia que la siniestralidad se reduce con los controles", sostiene la funcionaria.
Bavinger reitera la necesidad de estos controles y destaca el papel de los medios de comunicación para que relaten las historias de las familias de las víctimas. "No es que todos se opongan a los controles, hay muchas personas que sí los apoyan y eso se debe promover", dice.
Además de los controles de velocidad, la representante de Bloomberg Philanthropies, menciona que es fundamental revisar la infraestructura vial y ajustar los límites de velocidad en avenidas como la Simón Bolívar o la Mariscal Sucre, que son de alta siniestralidad. "La OMS recomienda límites para zonas urbanas de no más de 50 km/h y en carreteras no más de 70 km/h", agrega.
El alcalde Pabel Muñoz también considera indispensable los operativos de velocidad, aunque cree que no necesariamente deben ser punitivos, sino como un mecanismo pedagógico para que los conductores interioricen un comportamiento vial seguro.
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