La ausencia de concejales municipales casi trunca la aprobación de la reducción presupuestaria para 2021, que se debatió en la sesión extraordinaria de hoy.

El arribo tardío del concejal Santiago Guarderas concedió el último voto necesario, por lo que el recorte se aprobó con doce votos a favor, dos abstenciones y ocho ausencias. 

La propuesta contempla una reducción considerable: de $ 758,9 millones a $ 612 millones. Los rubros más afectados son Cultura, Educación y Deportes, Inclusión Social y Salud, que perderán el 38.35% de su asignación.

Originalmente, el municipio esperaba contar con un presupuesto de más de 1.077 millones de dólares para gasto corriente y de inversión. Con la pandemia, ese valor será imposible de alcanzar. Ahora se espera llegar, como máximo, a un poco más de 829 millones de dólares. Una caída de más de 248 millones de dólares de los planes originales.

Aun así, la votación a favor se hizo con reservas, como lo señaló el concejal Eduardo del Pozo. “Yo no abogaría por esta reforma presupuestaria salvo por dos circunstancias, sin ella, dos empresas públicas, la se servicios aeroportuarios y la empresa de hábitat y vivienda, quebrarían”, dijo.

A esto se sumó el concejal Bernando Abad quien indicó que pese a sus reservas, este daba su aprobación por “no boicotear la gobernabilidad de la ciudad”.