La vía que une los valles de Tumbaco y Los Chillos, en el oriente de Quito, ha permanecido cerrada desde el jueves con palos, llantas y hasta parachoques de autos. Los comuneros se oponen al alza del pasaje y permanecen firmes en su decisión.

Los manifestantes provienen de las parroquias de Tumbaco, Guangopolo y La Merced. Ellos exigen que se derogue la Ordenanza número 017-2020 en la que el Municipio de Quito autorizó a la cooperativa Termas Turis a subir la tarifa mínima del pasaje de 25 a 35 centavos en su ruta más larga en la línea La Marín - El Nacional.

“Nunca socializaron con nosotros. Solo empezaron a cobrar más desde el 24 de septiembre”, comentó Nancy Simba, presidenta de la comuna La Toglla.

En consecuencia, decidieron cerrar el paso en dos puntos: en la Y de Guangopolo y en la zona de La Toglla. Ahí colocaron ramas de árboles, obstáculos y carteles con sus pedidos.

Sin embargo, el 23 de septiembre, el Cabildo, mediante la resolución SM-2021-149 autorizó a la cooperativa Termas Turis la subida del pasaje después de emitir un informe en el que verificó la calidad del servicio.

Desde el Cabildo dicen que “las mejoras son evidentes y se traducen en un servicio óptimo y de calidad para el usuario, generada por el cumplimiento estricto de los parámetros establecidos en el manual de indicadores y la evaluación de los mismos para acceder a la actualización de la tarifa”. En esto coincide el dirigente de la cooperativa Termas Turis, Armando Gualpa, “todas las unidades cumplen con las exigencias de la Secretaría de Movilidad”. Y recordó que la ordenanza autoriza a todas la cooperativas del distrito a actualizar su tarifa una vez hayan cumplido con los distintos parámetros de calidad.

Pero para los usuarios, la realidad se traduce en una experiencia distinta. Comentan que el trato no es el mejor y que las unidades no están en buenas condiciones. “(Los transportistas) quieren hacer un fondo para ir modernizando los buses. Pagaremos en cuanto estén listas”, enfatizó Kevin Legña, presidente de la comuna Sorialoma.

Gualpa argumenta que la gente tiene “solo su versión” y que “quieren ver los equipos, la gente no entiende que son equipos tecnológicos que van escondidos”, lamenta.

Para el dirigente el alza está más que justificada ya que la tarifa se ha mantenido durante los últimos 18 años y la reducción del aforo durante la pandemia y la subida de los combustibles solo han empeorado los indicadores económicos. Aunque, no especificó si la nueva tarifa cubre los costos operacionales.

No obstante, para algunos usuarios esta nueva tarifa resulta “impagable”. “Son por lo menos 500 personas que salen a trabajar y estudiar todos los días. No alcanza”, agregó Simba.

El gerente de Termas Turis manifestó que mantuvo un acercamiento con la comunidad el 29 de septiembre y que ellos aceptaron las justificaciones para el alza. Detalla que quienes protestan no son los líderes barriales, sino los habitantes.

En la vía Intervalles la indignación ha llegado a niveles tan elevados que los comuneros, entre sus exigencias, contemplan la posibilidad de que esa operadora ya no brinde el servicio a la zona. “Otras veces ya han subido el pasaje arbitrariamente. Han sido abusivos”, reclamó Kevin Legña, de la comuna Soria Loma.

La medida de hecho continuará, según los manifestantes, hasta que el nuevo secretario de Movilidad, Marcelo Narváez, se acerque a dialogar con ellos. Mientras tanto, advierten que las llamas seguirán ardiendo sobre la vía y que: “No nos mueven y no nos moverán”.