La belleza de la naturaleza se toma la Navidad en departamentos y casas. Su tamaño no impide que sean colocados en los patios o en las salas. Nos referimos a los pinos y cipreses, plantas ornamentales características para ser usadas como árboles de navidad.

En la parroquia Llano Chico, al noreste de la capital, encontramos una de las pocas plantaciones cerca de la ciudad, donde este año hay cerca de 300 plantas, en un terreno que llegó a tener casi 500.

Doña Luz Amelia Achig, de 71 años de edad, se ha dedicado al cultivo de los tradicionales árboles naturales de Navidad desde cuando tenía 15 años. “Toda una vida”, como ella dice. A la fecha ya registra cerca de un centenar de plantas vendidas en esta época, pero confiesa que es una tarea que mantiene por tradición, más no por generar riquezas.

“Se los fumiga cuatro veces al año, se les tira agua cada quince días cuando no llueve y hay que estar podándolos. No hay mucha ganancia. Más se gasta en todo el material que se invierte. Las fumigaciones son caras, cuestan casi $ 300 para este terreno que tengo”, especifica esta vendedora.

Los pinos y cipreses usados como árboles navideños llegan a medir hasta tres metros de altura luego de cinco años. Es el tamaño ideal hasta para transportarlos en camionetas. Su costo varía por su edad y medidas. Por ejemplo, un pino de cinco años y tres metros de alto alcanza los $ 190, mientras que un ciprés con las mismas características puede costar hasta $ 150.

No obstante, sí hay más económicos para ser usados en departamentos.

En el parque La Carolina se ubica la tradicional feria navideña, donde hay 10 vendedores de pinos y cipreses, quienes tienen sus propias plantaciones y para esta época los trasladan a este punto del centro-norte de la ciudad.

Allí, Rosa Elena Felícita comenta que todavía hay quienes año a año van por su árbol natural de Navidad, aunque sí se registran menos ventas en los últimos años, en comparación a unos 10 años atrás. En esta feria hay arboles más pequeños, porque “quienes compran son los que viven en departamentos” y los consiguen desde los $ 20, con una altura de 1,50 metros.

“Nuestros pinos y cipreses son elegidos por muchos clientes, porque emanan un olor singular, un olor a Navidad. Mantienen el ambiente fresco y no necesitan de mayor tratamiento. Duran hasta dos meses”, asegura doña la comerciante.

El cultivo de estos árboles cuenta con normativas. Técnicos del Ministerio de Agricultura se encargan de verificar cada plantación y que se cumplan los parámetros ambientales, para que los propietarios obtengan sus respectivos permisos.