El recorrido que hizo un camión antes de terminar en el fondo de un barranco es un misterio que deberá resolverse con las investigaciones de los peritos y las autoridades.

El hecho se registró en el kilómetro 7 de la vía que va de Pifo a Papallacta, al nororiente de Quito, lo que causó la muerte del chofer y la persona que lo acompañaba.

Andy Véliz, subteniente de la Estación de Bomberos de Pifo, detalló que a las 05:30 de este domingo 16 de abril la central les pidió que fueran al lugar. A su llegada encontraron a los ocupantes del vehículo tirados cerca de la pendiente, mientras el carro terminó destrozado unos metros hacia adelante.

“Cuando los revisamos constatamos que carecían de signos vitales”, explicó el oficial. Al mismo tiempo se contactaban con las unidades policiales especializadas para las investigaciones.

El panorama que dejó el accidente era de destrucción: un poste completamente arrasado, una baranda de metal rota y parte de un terreno aplastado por el choque era lo que se veía en el tramo de la vía que posteriormente fue cercado.

¿Cómo llegaron hasta ese punto conocido como ‘la curva de la muerte’? Según Miguel Cárdenas, capitán perteneciente al eje vial de policía E35 sur, el camión llevaba un cargamento de palma africana desde Baeza (Napo) hacia Quito.

Pero dos kilómetros antes, el vehículo se ‘despojó’ de la fruta, ya que aparentemente tuvieron problemas al tomar la curva. Luego de eso se presume que se quedaron sin frenos y recorrieron esa larga distancia antes de embancarse.

A la gente que llegó a mirar se le hizo extraño que las víctimas hayan hecho ese largo trayecto. “El carro debía quedar cerca de la carga”, deducían los curiosos que tomaban fotos a las pericias.

Entretanto, las labores para sacar el vehículo del fondo de la hondonada se llevaban a cabo con la ayuda de una ‘pluma’ mecánica. Y los cadáveres fueron embarcados en la ambulancia de Medicina Legal para el traslado a la morgue de Quito.

Posteriormente se confirmó que los fallecidos eran Sergio Ipiales y Victoriana Arreaga.