El Valle de los Chillos, al suroriente de Quito, vivió una tarde de terror el 27 de febrero. Fuertes lluvias azotaron el lugar y provocaron inundaciones en varios sectores. 

Una de las zonas más afectadas fue el conjunto Portón de la Palma en San Sebastián, Rumiñahui. Allí, el caudal del río Tinajillas se incrementó considerablemente, provocó el colapso de un muro y destruyó parte del suelo del estacionamiento.

Carlos Haro, residente del conjunto, mencionó que este es un hecho sin precedentes. “Vivo aquí hace 10 años y es la primera vez que sucede esta emergencia”, comentó. “El río subió dos metros y causó este percance”. 

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El muro cedió poco a poco ante la furia del agua, afortunadamente sin causar daños personales. “Fue una desgracia con suerte”, relata el hombre, quien presenció la escena preocupado por el avance del deslizamiento hacia las viviendas. 

“Sentí cómo el suelo temblaba mientras se llevaba el muro, no había carros estacionados y tampoco los vecinos se encontraban en los departamentos”, explica con un tono de alivio en la voz.

En este conjunto de siete casas viven 40 ciudadanos, en su mayoría personas adultas y de la tercera edad, quienes se salvaron por cuestión de minutos de la tragedia.

Las autoridades municipales de Rumiñahui cercaron la zona afectada con cintas que advertían del peligro. La mañana de ayer acudieron al lugar con maquinaria para realizar la limpieza del río, remover la maleza y escombros que obstruían su cauce y convertían la zona en un “polvorín”.

Fabián Iza, alcalde del cantón, aseguró que las lluvias generaron varias emergencias de menor magnitud, pero que gracias a los trabajos preventivos se pudieron controlar. 

Detalló que en el Valle también se registró la caída de árboles en el sector de El Colibrí, en el barrio Turucucho un poste se precipitó sobre la calzada, pero no causó daños materiales ni pérdidas humanas. Estas alertas fueron atendidas por el personal de Bomberos y Obras Públicas.

Iza mencionó que la prioridad es la limpieza del río para evitar futuras emergencias. “Posteriormente, se realizará un estudio técnico para determinar los recursos necesarios y la obra a ejecutar en la zona”, enfatizó.

Las fuertes lluvias también desbordaron la capacidad del sistema de alcantarillado, convirtiendo las calles en caudalosos ríos y filtrando el agua a través de las rendijas y grietas de las viviendas. 

En Conocoto, los residentes se vieron sorprendidos y atemorizados al ver cómo sus hogares se inundaban y arruinaban muebles y pertenencias. Henry López tuvo que mover su carro del estacionamiento en su conjunto residencial, para evitar que el caudal dañe la parte eléctrica del automotor.

Los bomberos, equipados con botas, impermeables y mangueras, trabajaron incansablemente para evitar que las inundaciones causaran más daños a las viviendas y propiedades de los residentes.

Rodrigo Puga, director de Obras Públicas del cantón, mencionó que se tiene previsto construir un muro de escolleras en los próximos días en el conjunto residencial afectado, con un plazo de ejecución que dependerá de las condiciones climáticas.

Adicionalmente, como parte del plan lluvias, el funcionario mencionó que se invertirán 600.000 dólares en la limpieza de los seis ríos que se encuentran en el Valle de los Chillos, además de realizar monitoreo constante en zonas de alto riesgo.

Los moradores mencionaron que las fuertes lluvias son un recordatorio constante de la importancia de la gestión de riesgos y la inversión en infraestructura adecuada para proteger a las comunidades que residen en el lugar.

Para Romel Suntaxi, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), las condiciones climáticas que dieron lugar a la granizada son propensas a repetirse. Sin embargo, recomienda a la población estar preparada para este tipo de eventos en la época lluviosa.

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