El aumento de las denuncias de hackeos y la posición de primer lugar a la que ha llegado el país en el ranking de los ciberataques en Latinoamérica muestran la vulnerabilidad de los sistemas informáticos de las empresas y entidades financieras ecuatorianas, e incluso de los gobiernos nacional y locales.

Las nuevas variantes de amenazas informáticas han llevado al presidente estadounidense y a las multinacionales de su país a unir esfuerzos contra los ataques cibernéticos, lo cual pone en evidencia que ningún sistema de ningún país del mundo es inexpugnable. El elevado número de reportes de incidentes de seguridad de los programas antivirus es indicador de que la delincuencia virtual constituye un problema de grandes proporciones y que su incidencia irá en aumento. Pero no solo las empresas se ven afectadas, también el ciudadano común es víctima de las ciberdelincuencia, a través del hackeo de tarjetas de crédito y de estafas vía correo electrónico o mensajes de WhatsApp. De allí la necesidad urgente de que el Gobierno central, las entidades financieras y las empresas en general, públicas y privadas, inviertan en sistemas de seguridad del más alto nivel. Asimismo, es imprescindible educar a la población para la autoprotección de sus cuentas.