Ganadores o perdedores. A quién le interesa eso. A los ciudadanos, no. Bueno, sí hay un perdedor tras los resultados de la consulta: la delincuencia. Los votantes se pronunciaron en contra de la inseguridad y también contra aquella inmoralidad pública de cuello blanco ahora reflejada en los rostros que desfilan en los expedientes y chats de los casos Metástasis, Purga, Plaga, Pantalla y los que vengan (porque seguro vendrán muchos más). Fue un voto contra la facilidad con que la sociedad acoge a los delincuentes como uno más, cuando deberían estar en la cárcel, pagando sus afrentas en contra de ella.

Qué inútil y hasta ocioso es pelearse por triunfos inexistentes. Aunque suene a frase cliché de político, pero es la realidad: ganó el pueblo. Ni el Gobierno, ni la oposición. Los ciudadanos son los triunfadores de la consulta popular y dejaron en claro a los políticos, por si no lo habían entendido aún, que la delincuencia es su principal problema y que esperan que lo resuelvan inmediatamente.

Ahora el Gobierno Nacional tiene en sus manos las herramientas que considera necesarias para ese combate contra la inseguridad y que le pidió al pueblo que se las entregue. Le toca actuar. Se acabaron las excusas. Es el momento de los resultados, si no será otra decepción más.