En un contexto de celebración por los 100 días de gestión, el Gobierno actual ‘raspa la olla’ para tender sobre la mesa sus principales logros. No obstante, en lo laboral, al parecer se ufana de más. ¿Cómo declarar un resultado exitoso en este campo, cuando el 2024 ha arrancado con menos trabajos adecuados y con una tasa de informalidad del 54,6 % que alcanza niveles históricos récord?

A las autoridades les fallan los cálculos o intentan vender humo. El dato que las propagandas en redes vienen anunciando sobre la creación de más de 63.000 contrataciones a raíz de la aprobación de la Ley Orgánica de Eficiencia Económica y Generación de Empleo, dista mucho de la realidad que viven millones de jóvenes que buscan enrolarse; tampoco se acercan a los datos oficiales que publica el mismo INEC y que claramente exponen un mercado laboral cada vez más precario, producto de la ausencia de políticas efectivas que permitan una reactivación económica, el motor que en definitiva hará que las empresas se animen a producir más y a contratar personal. Si este gobierno desea marcar un precedente y reelegirse en el 2025, debería empezar por remover las bases de lo que no funciona. En un contexto de alza de IVA al 15 % y de revivir las famosas contribuciones empresariales que desestimulan la actividad será difícil que esta realidad cambie.