El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) recibe al mes decenas de millones de dólares de los afiliados y a cambio entrega medicinas con precios inflados. Además, sus gestiones de contratación de fármacos y otros insumos médicos registran claros vicios de irregularidad, como ya lo han publicado las páginas de este Diario en varias ocasiones.

Es inconcebible que los afiliados paguen por un servicio y reciban migajas. Que las autoridades del IESS a lo largo de los años hayan permitido que las mafias de la salud recorran los pasillos de los hospitales con tanta tranquilidad, jugando con la vida de las personas.

El Gobierno Nacional y los miembros del directorio del Seguro Social le han dado la espalda a quienes pagan todos los meses aspirando a recibir un buen servicio. Ante esta realidad, EXPRESO toma la bandera de defensa de los afiliados del IESS.

Hay que empezar sincerando las cuentas del Seguro Social. Que quienes tuvieron la culpa de la debacle del sistema de salud, la asuman. Que quienes colocaron a los delegados de los empleadores y empleados en el Directorio exijan de sus representantes un trabajo honesto y por el bienestar de todos, no únicamente de unos cuantos que vieron en el Seguro Social una forma de llenarse los bolsillos a costa de quienes pagan por un servicio.