La situación del país no es sostenible y tanto autoridades como ciudadanía deben asumir que nos está conduciendo a la debacle. Es imprescindible e impostergable poner un freno a la delincuencia, a la corrupción y a la descomposición social, antes de que las consecuencias sean irreversibles.

El Gobierno ha dado un primer paso al proponer enmiendas a la Constitución por medio de una consulta popular y ha presentado las preguntas sobre las que el pueblo deberá pronunciarse si la Corte Constitucional da su aprobación. Por ello el Gobierno tendrá que dar a conocer cada una de estas preguntas, las consideraciones y antecedentes en que se sustentan y la finalidad que persiguen en aras de resolver los graves problemas de inseguridad y las fallas en la institucionalidad, así como para lograr la real protección del medioambiente, y debe hacerlo con una campaña intensiva y didáctica, en medios masivos y redes sociales, para que la población entera tenga conocimiento de ellas y sobre todo entienda los cambios que conllevan y cuáles serían los efectos positivos de su aplicación en la cotidianidad de los ecuatorianos. A su vez, es deber de los ciudadanos informarse, entender con claridad lo que se propone y decidir conscientemente en la consulta popular si la Corte Constitucional la aprueba.