La descomposición de la justicia ha llegado al punto en que a algunos jueces y fiscales parece no importarles que sus actuaciones muestren que están al servicio de los corruptos.

Es inadmisible que el juez Luis Rivera, de la Corte Nacional de Justicia, con la clara intención de retrasar un proceso, haya hecho un pedido de autorización a la Asamblea, para enjuiciar penalmente al expresidente Jorge Glas, cuando él dejó de ser funcionario público hace muchos años. No creo que no haya sabido o que no haya tenido el tiempo para averiguar que la Asamblea Nacional ya se había pronunciado sobre una solicitud similar de la jueza Daniella Camacho, en el caso de cohecho.

Tal vez creyó que el correísmo iba a lograr los votos para aprobar su inconstitucional pedido, que debió ser rechazado por el Consejo de Administración Legislativa, y que jamás debió ser tratado en el pleno, aunque no se lo haya aprobado. Un exfuncionario, prófugo, no tiene impunidad ni tampoco se la puede dar la Asamblea porque la Constitución de la República así lo dictamina. Pero esa fue la intención: conseguirla.

Que el presidente de la Legislatura, Henry Kronfle, ahora diga que no pasó nada, no quiere decir que no se haya sentado un precedente para que otros jueces, al servicio de los corruptos, hagan lo mismo en el futuro, para evitar el enjuiciamiento de exmandatarios. Minimizar estas acciones, considerándolas de poca monta, es como aupar la corrupción contra la que juraron luchar cuando estaban en campaña.

Seguramente, Kronfle también sufre de amnesia o no tuvo tiempo para averiguar que fue el juez Rivera, prolongado en sus funciones sin ningún concurso público, quien antes sobreseyó a los implicados en el caso de los helicópteros Dhruv, y el que anuló el caso Singue.

Pero Rivera no es el único juez cuestionado por sus actuaciones judiciales. Hay otros, ahora prófugos por el caso Metástasis, que han estado al servicio del narcotráfico y los líderes de las bandas criminales, que muestran la podredumbre que hay en las cortes ecuatorianas. El fiscal Víctor Hugo Alvear y los jueces Santiago Zumba, José Luis Segovia y Emerson Curipallo están en la lista. ¿Cuántos más habrá?