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Rosa Torres: ¿Por qué se fugó Fito?

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

La cinematográfica fuga del líder de Los Choneros muestra que se está cocinando un plan para las cárceles que les hará perder la libertad

Desde hace tiempo sabemos que los presos mandan en las cárceles porque el Estado ha perdido el control de ellas, aunque los gobiernos de turno se esfuercen en decir lo contrario y utilicen las militarizaciones como medidas placebo que no solucionan la problemática, pero sí la ahondan.

El miércoles 15 de agosto de 1997 estuve diez horas en la Penitenciaría del Litoral para retratar la situación de ese centro carcelario y, desde entonces observé el inmenso poder que ejercían los narcos y los líderes de los grupos criminales en esas instalaciones que, para ellos, más que reclusorios, eran los escenarios perfectos para la planificación de delitos contra la sociedad.

Sí, los guías penitenciarios tenían las llaves de los pabellones y de las celdas, pero ya en ese entonces eran los líderes de las bandas criminales los que decidían quiénes entraban y quiénes salían de cada uno de esos espacios, con un simple movimiento de dedos.

Si para entonces la Penitenciaría del Litoral ya eran inmanejable por su inmensa población interna, imagínense lo que provocó la construcción de otras dos cárceles aledañas, la mal llamada La Roca y la Regional Guayas. Son miles de metros cuadrados de construcción, una enmarañada selva de cemento, en la que cualquiera puede perderse, más aún si fallan las seguridades porque se dañan las cámaras y las puertas, hay fugas en los filtros de ingreso y de salida, y una parte de los guías penitenciarios sirven a las mafias.

En ese estado de cosas, no me resulta extraño que José Macías Villamar, alias Fito, se haya fugado. La pregunta que cabe es: ¿por qué ahora y no antes, si existían las mismas condiciones? Será porque los cabecillas de los grupos criminales sienten que van a perder la libertad de la que han gozado en los centros carcelarios si los envían a la Amazonía? ¿O acaso será porque han perdido a los jueces y fiscales que podían dejarlos libres cuando ellos lo pidieran? ¿O tal vez es porque, con la asistencia de Estados Unidos e Israel, se está elaborando un plan para anular completamente las comunicaciones de los reclusorios?

Hasta ahora, solo el exministro correísta José Serrano parece saber el día que Fito se fugó de la cárcel. Seguramente también sabe por qué se fugó ahora.