Ecuador vive una catástrofe. Los gobiernos de Rafael Correa Delgado (el “muchachito”) y Lenín Moreno Garcés han generado desempleo, vandalismo, corrupción y narcotráfico. Ahora son millonarios.

En mi paso por la representación diplomática en Hong Kong ante Isabel II, reina de Inglaterra, visité Singapur, que es el modelo.

Lee Kuan Yew (estudió en la Universidad de Cambridge) fue nominado primer ministro (1961). Horrorizado vio cómo por la influencia de comunistas e izquierdistas, dirigentes sindicalistas y miembros procomunistas, lo habían convertido en invivible bajo la prédica de “alterar la seguridad” (¿?) dizque para hacer obra pública con demagogia populista y robos.

Su economía, ahora, es de mercado libre y entorno abierto. Sus precios son estables. Tiene el PIB per cápita tercero en el mundo. Es milagro económico con Hong Kong, Corea del Sur y Taiwán, uno de los “cuatro tigres asiáticos”, que también visité. Tiene educación, sanidad, transparencia política y competitividad económica.

Reformó el sistema educativo para formar mano de obra cualificada. Promovió por delante del chino y otros lenguajes al inglés como idioma oficial de enseñanza. Se hablan 5 idiomas. Los sindicatos se consolidaron en una sola organización central llamada Congreso Nacional de los Sindicatos (NTUC), para eliminar el malestar laboral.

Con 6 reformas sociales hizo un agresivo proyecto de vivienda. A los hampones les dio bala. Fue reelecto y su hijo también. No existen cárceles. Todo turista que esconda droga es ejecutado.

Ecuador vive una estrategia que evidencia la intromisión de Rafael Correa Delgado hasta en las cárceles. Ahora a los presos los llaman con el eufemismo PPL (¿?). Masacres en las cárceles y asesinatos en las calles y domicilios del Ecuador. Correa pretende retornar y promueve un golpe de Estado desde la Asamblea y las cárceles. Crímenes y violencia. La Constitución de Montecristi, históricamente, es un fraude económico y político. Su obra pública se desmorona. Grandes obras con sobreprecios. Concusión, chantaje, robos, narcotráfico y desvergüenza son su obra social. Requiere que el mandatario Guillermo Lasso Mendoza aplique mano dura. Igual que en Singapur.