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Alimentos (I)

Avatar del Paúl Palacios

La situación de precios y escasez de alimentos quizá no sea por un periodo largo, pero hasta entonces podemos tener daños irreversibles en ciertos grupos de la población’.

Hace unos años leía con interés y convencimiento los libros de Peter Diamandis, y uno en particular, Abundance, tuvo una influencia importante en mi manera de ver el futuro.

El autor relata que uno de los problemas resueltos para el futuro es el relacionado con los alimentos. Al poder disponer de energía inagotable (solar) y con ello acceder a procesos de desalinización, el problema del agua estaría resuelto y entonces, a través de cultivos hidropónicos, el tema de la producción de alimentos se resolvería. De hecho, una de las evidencias tangibles de que el tema alimentario (para las grandes mayorías) no era un problema, es que los términos de intercambio (precios relativos) de los alimentos respecto de otros bienes en la economía habían sido desfavorables. Es decir, los alimentos cada vez costaban relativamente menos. Entonces, ¿por qué había hambre lacerante en algunos lugares o grupos vulnerables en el mundo? La respuesta a esta pregunta era por ineficiencia en la distribución, logística y empobrecimiento reversible de ciertos sectores de la población.

Escrito así, parece fácil. La realidad sin embargo es que cualquier curva de bienestar ascendente tiene picos y valles, y hoy empezamos a descender a un valle sobre el cual al igual que con el tema de la violencia, debemos lograr un acuerdo nacional para superarlo de la mejor manera.

Cuando se producen desarreglos monetarios universales, el impacto en los alimentos es inmediato, pues la capacidad de ampliar la producción (que sería la reacción inmediata de un productor a un precio mayor), es muy limitada. Las posibilidades de ampliar las tierras cultivables, aumentar la infraestructura, disponer de más crédito y capital humano, no se logra para el siguiente ciclo productivo, sino que toma tiempo, particularmente en cultivos que no son de ciclo corto.

Ecuador está en mejor posición que otros países para defenderse en productos alimentarios, pero tenemos dos problemas que se van a profundizar: costo de insumos y desnutrición crónica infantil. ¿Qué podemos hacer? Les escribiré unas líneas en la próxima columna.