Superar la corrupción no es imposible. Un entorno más justo y transparente libera a la sociedad de la corrupción.

Fomentar la educación ética y diáfana desde temprana edad es fundamental; una sociedad con ciudadanos éticamente informados es menos propensa a caer en prácticas corruptas y más proclive a exigir responsabilidad a sus líderes.

Fortalecer la institucionalidad empoderando y fortaleciendo las instituciones como el Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Organizaciones Políticas, etc. Garantizar su independencia, sus capacidades para investigar y castigar la corrupción, contribuye a la restauración de la confianza en el sistema; más aún si se implementan políticas que promuevan la divulgación de información gubernamental y empresarial veraz; se aumenta la rendición de cuentas y se reducen los espacios donde la corrupción pueda prosperar a través de noticias falsas o sesgadas.

Nada de lo anterior tendría eficacia sin un sistema judicial despolitizado, eficiente y transparente. Garantizar que la justicia sea rápida y equitativa disuade a aquellos que desean aprovecharse de prácticas corruptas.

Ecuador requiere urgentemente reestructurar la conformación e integración del sistema de justicia e incorporar profesionales de carrera, probos y doctos en la materia.

Los tentáculos de la corrupción han alcanzado también al campo empresarial, financiero, deportivo, alguna prensa, sector de vehículos de segunda mano, etc.; de ahí que fomentar una cultura empresarial ética con controles internos sólidos y políticas anticorrupción, eliminando el testaferrismo y el lavado de activos, es vital.

La corrupción no conoce fronteras. La colaboración internacional para compartir información y aplicar medidas conjuntas contra la corrupción es fundamental en la erradicación de esta problemática; de ahí que es necesario insistir en leyes que permitan la extradición de los corruptos ligados al narcotráfico, narcopolítica y afines, así como la incautación de sus bienes.

Al implementar estrategias como las sugeridas sentaremos las bases de una sociedad más justa, transparente y resistente a la corrupción.