El sábado 13 concurrí con mi esposa a un Centro de Salud del MSP -no menciono su nombre para evitar retaliaciones contra sus funcionarios- y la persona encargada nos indicó que de acuerdo al “protocolo” dispuesto por la ministra de Salud, nos debían inocular una dosis de la vacuna AstraZeneca.

Ante tamaño absurdo, protesté enérgicamente exigiendo que se nos aplique una dosis de Sinovac, marca de la vacuna de la cual recibimos las 2 primeras dosis y expliqué el significado del concepto de dosis de “refuerzo” que ustedes leyeron en mi editorial del miércoles 10.

Me acompañaron 2 de mis nietos de 13 y 14 años para recibir la primera dosis y el personal me indicó que les aplicarían la vacuna de Pfizer, de acuerdo al protocolo de la ministra.

Volví a expresar mi protesta, dadas las reacciones locales y generales que produce esta vacuna, experimental como las otras, y además de origen ARN, y exigí que les apliquen como primera, una dosis de Sinovac. Para ello tuve que firmar un consentimiento informado en el que expresaba que por decisión personal se les aplicaría algo fuera del protocolo.

Las industrias farmacéuticas han santificado sus vacunas para comercializarlas y han pagado a médicos y ‘speakers’ para difundir sus maravillosos efectos, bondades, y publican una serie de pautas o recetas que indican cómo deben ser aplicadas a sabiendas de que desconocen su potencia, efectos secundarios y duración de los anticuerpos que se formen por su administración.

El maestro infectólogo Gonzalo Gutiérrez Trujillo (+), la noche en que nos graduábamos en México, mencionó en su discurso: “Jóvenes: ustedes van a enfrentarse en la vida con las grandes mafias y deberán cuidarse de las 4 mayores que son petróleo, narcotráfico, armas e industria farmacéutica”.

Dejando a un lado todo tipo de indicaciones desatinadas e intervencionismos frente a los derechos ciudadanos, la ministra debe respetar el escogimiento acorde con la lógica y los principios inmunológicos vigentes. Solo en caso de que no se manifiesten, se les podrá aplicar la sugerida por el portafolio.

Y sigo andando…