Estamos de luto al contemplar uno de los actos más abominables de la historia legislativa del país, gracias al cual 99 granujas disfrazados de legisladores aprobaron una amnistía a favor de un grupo de prontuariados por diversos delitos, beneficio al que no tenían derecho alguno de acuerdo a la Carta Magna, en cuya redacción varios de ellos participaron, transformándola en un documento repulsivo e inválido que con una impudicia descomunal ha sido pisoteada dejándola en jirones.

Por los medios de comunicación, todos fuimos testigos de los más vergonzosos y salvajes actos de barbarie en los que participaron estos “angelitos” proclamando sus derechos y aspiraciones, utilizando para ello actitudes cavernarias y vandálicas con el único propósito de provocar un caos desestabilizador y destruir a nuestra sin par y majestuosa capital.

Los 99 del pacto de la miseria y las cavernas pretenden que todo cuanto pasó en ese fatídico octubre sea olvidado y que dichos eventos sean considerados como si no hubiesen existido.

No es posible que ese grupo de facinerosos, cuasicriminales, incendiarios, apedreadores, destructores de la propiedad privada y de los símbolos históricos, violadores, asaltantes, saboteadores, piratas, secuestradores, tengan la cachaza de poder deambular libremente por calles y plazas pese a sus condiciones de bellacos y malhechores contumaces, y me toque de casualidad encontrarme con esa basura bípeda, deambulando impunemente por la Av. de los Shyris.

La Asamblea Nacional, cual lastre putrefacto, debe desaparecer cuanto antes, pues ha contaminado y metastatizado a la nación con prácticas ilegales, miserables, ignominiosas y ha institucionalizado los amarres, componendas y pactos que denigran, ofenden y avergüenzan, pretendiendo convertir en verdad todo tipo de anomalías y aberraciones.

La bicameralidad neutralizará con los senadores la imbecilidad legislativa actual, y facultemos al presidente para que pueda en dos oportunidades disolver la Asamblea Nacional durante su periodo presidencial. ¡La amnistía liquidó el futuro jurídico de la patria!

Y sigo andando…