Otro truco en la puja es hacer que se vaya el sistema justo en el momento de la última oferta, volviendo el sistema en unos 15 minutos, pero fuera de la hora tope señalada para el concurso, de suerte que nadie puede volver a participar y se declara ganador al último que intervino antes del apagón: ‘el compadre o ahijado’.

Hay casos en que uno o dos funcionarios del Sercop son dueños de compañías a las que hacen participar en los concursos y es así que intervienen la 1, la 2 y la 3 con diferentes precios. No importa cuál gane, pues las tres pertenecen a los mismos dueños. Negocio redondo.

Hay ofertas de cremas en que la ficha técnica considera un mínimo en gramos, por ejemplo 40 gramos, y hay un concursante que ofrece una de 200 gramos, que resulta más ventajosa por su cantidad y duración, hecho que no le interesa al Sercop. Las ofertas deberían ser por gramos.

Hay facturas que están impagas desde hace tres años en el IESS; tomando en cuenta que el Sercop no tiene injerencia en lo que hace o deje de hacer una entidad como el IESS, que es autónoma. ¿Por qué firmaron un acuerdo para que el Sercop maneje su sistema de compras?

No le corresponde al Sercop, pero tenemos lo complejo del proceso de entrega/recepción, ya que cada hospital decide a su criterio cómo hacerlo, ya sea que den factura electrónica, juegos de cinco copias, nombramiento del gerente, copia de cédula, escritura de constitución de la empresa, RUC, registro sanitario, documentos que ya fueron entregados para la firma del convenio marco, todo eso a pesar de la vigencia de la ley Cero papeles.

En resumen, la existencia del Sercop en los procesos de compras públicas no sirve para nada, pues los complica con una serie de trabas y acciones deshonestas que nacen en la propia institución, que prostituye una gestión que debía ser ágil y transparente, ya que desde el inicio en los pliegos se incluyen condiciones que todos saben que nadie, salvo un proveedor bendecido por la mafia interna, puede cumplirlas; de esta manera, los procesos se direccionan y conducen por los rieles de la corrupción.

Y sigo andando…