Creo que es un fenómeno digno de estudiarse: ¿a qué se debe que nuestros países de Sudamérica desde su independencia no hayan podido agruparse territorialmente o, por lo menos en el ámbito económico, lo que nos hubiera permitido ser una verdadera potencia internacional? Empecemos por el Libertador Bolívar. Su sueño era mucho mayor, pero terminó aceptando la conformación de la Gran Colombia, la cual se diluyó al poco tiempo. Solo soñemos en lo que hubieran sido los tres países que la conformaron en los actuales momentos. Por supuesto, sin Chávez, ni Maduro.

Después surgió la idea de la Junta del Acuerdo de Cartagena, con Venezuela, Colombia, Perú y Chile. Se logró bastante pese al retiro de Chile y de Venezuela. Ahora, nominada como la Comunidad Andina, todavía no logra la total integración económica.

En 1980 se fortaleció Aladi, cuya sede fue Montevideo, donde también fueron miembros Cuba y México. Desgraciadamente el celo y la defensa de los propios intereses de los participantes no los ha hecho llegar muy lejos. Como fui delegado representando al Ecuador, por ejemplo, se hizo difícil vender una cantidad muy pequeña de camarones al Uruguay, por la negativa de una pequeña región que los producía en cantidad muy menores.

Luego el Mercosur, que desde su creación tuvo como objetivo principal propiciar un espacio común y que trató de ser un proceso de integración regional instituido inicialmente por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, hoy está enfrentando el peligro de disolverse. En principio obtuvo buenos resultados, pues estableció múltiples acuerdos con países o grupos de países, otorgándoles, en algunos casos, carácter de Estados asociados. Estos participan en actividades y reuniones del bloque y cuentan con preferencias comerciales con los Estados partes. Además, el Mercosur también ha firmado acuerdos de tipo comercial, político o de cooperación con una diversa cantidad de naciones y organismos en los cinco continentes.

Las potencialidades del Mercosur en las más diversas áreas son inconmensurables, puesto que en su territorio de casi 15 millones de km² cuenta con una gran variedad de riquezas y tesoros naturales que posee la humanidad: agua, biodiversidad, recursos energéticos y tierras fértiles.

Entendemos que, en la actualidad, dada la variedad ideológica que gobiernan a estos países, será muy difícil que logren entenderse. Los enfrentamientos, que están llegando a lo personal entre los presidentes de Uruguay y Argentina tienen para largo.

Como existen también graves enfrentamientos entre Argentina, Brasil y Uruguay, donde la diferencia ideológica de sus actuales gobernantes se ha convertido en el peor obstáculo. Asimismo, diferencias mínimas son objeto de discusiones que caen en el campo político.