La descomposición de la Función Judicial

Así, áreas tan importantes como la jurídica, financiera, talento humano y gestión procesal, están hoy sin sustento técnico
Varias veces, desde esta columna, advertí sobre la toma de la justicia que se cocinaba desde adentro de la propia Función Judicial. Hoy, eso ya es una realidad: los puestos de varias direcciones nacionales y provinciales del Consejo de la Judicatura (CJ) han sido repartidos con evidentes signos de componenda política y beneficio personal. Ocurrió hace poco, desde luego, de modo irregular y silencioso.
Resulta que la nueva mayoría que conforma el Pleno del CJ, presidida hoy dizque “legítimamente” por un delegado de la Corte Nacional de la Justicia (CNJ), en una sesión extraordinaria (Nº 022-2023) del 24 de febrero, entre gallos y medianoche hicieron un ‘quitapón’ de 22 autoridades claves para el Gobierno y control completo del CJ y, por ende, de la administración de justicia.
Y es que en abierta violación de las reglas fijadas por el propio CJ para regular sus sesiones, desnaturalizaron a conveniencia el orden del día de dicha sesión y sin contar siquiera con los informes técnicos en tiempo oportuno, menos aún con los soportes sobre los perfiles de los reemplazos, llenaron ‘a dedo’ todas las vacantes que ellos crearon. Así, áreas tan importantes como la jurídica, financiera, talento humano y gestión procesal, están hoy -sin sustento técnico- a merced de los intereses de los nuevos gamonales de la justicia.
Pero eso no bastó. Pocos días después resolvieron “delegar” al nuevo director nacional del CJ -afín a la nueva mayoría- para que sea él quien descabece a los subdirectores de las áreas sensibles que faltaban, y luego él nombrara a sus reemplazos. Aquí se tomaron la parte del control disciplinario que les faltaba.
Ya tienen, entonces, el control total de los jueces. Los tienen en sus manos. Al juez que no sea obsecuente, lo remueven o destituyen. A los que vayan a ingresar a la Función Judicial -incluyendo a los magistrados de Corte Nacional- los harán jurar su bandera. Esto es el ‘Saquipower’ en esteroides.
No fue coincidencia el bochornoso exhibicionismo del presidente de la CNJ al momento de la posesión del nuevo vocal del CJ ante la Asamblea Nacional. Fue un mensaje claro: los que quieran algo de la justicia, vayan con él.