El Plan Anual de Inversiones (PAI) se puede identificar como la Obra Pública que ejecutará el Gobierno en el marco del Presupuesto General del Estado (PGE). El año 2022 se presupuestó que el Gobierno haría $ 1,871 millones (M) como Inversiones y terminó gastando $ 1,527M por los cuales alcanzó a pagar $ 1,508M, es decir que prácticamente no hubo atrasos. Para el año 2023 no incrementaron el PAI y se presupuestó idéntica cantidad de $ 1,871M. Se recibieron facturas por avances de obra que sumaron $ 1,371M, de los cuales se pudieron pagar solo $ 1,017M. Algo de atrasos, pero lo más importante, es que habiendo tantas necesidades, como país, nos dimos el lujo de intentar controlar el desbocado gasto público ajustando el gasto de capital e inversión, en lugar del gasto corriente.

Si era plata lo que les faltaba para cumplir y ejecutar el gasto, no se entiende por qué la desesperación de corregir el aparente “error” de la Ley tributaria de 2021 que incorporó al grupo de pagadores de impuesto a la renta a aquellas personas que ganaban más de $ 2,000 mensuales. Ese Decreto Ley fue uno de los pocos que tuvo luz verde en la Corte Constitucional y terminó por quitarle ingresos a un Presupuesto deficitario.

Hoy el nuevo Gobierno que sufre buena parte de las consecuencias, necesita identificar acciones para mejorar ingresos tributarios sin que se opte por aumentarlos con algún proyecto de Ley que seguramente no será aprobado ni con los pactos alcanzados en la Asamblea.

Tanto para el Gobierno actual y el que vendrá, la Seguridad se ubica entre los principales objetivos de política pública. Hubiéramos esperado que haya sido prioridad para gobierno anterior. Los recursos para Seguridad debieron reflejarse en el Plan Anual de Inversión 2023 del Ministerio del Interior. Resulta que es precisamente este Ministerio el que mostró la menor transferencia de recursos para atender los gastos presupuestados. Apenas $ 196 mil pagados de un presupuesto total de $ 55M que contempló el Plan Anual de Inversiones del Ministerio del Interior. La peor ejecutoria de todas las Instituciones públicas se registra en este Ministerio según dicen los reportes del Ministerio de Finanzas. El gobierno actual podría transferir $200 mil en esta primera quincena del 2024 y habrá pagado más que todo lo que el gobierno anterior pagó en un año completo.

Al finalizar el año 2023, en promedio, la ejecución del PAI frente a su presupuesto inicial llegó al 66%. Cuatro Ministerios tuvieron Planes de Inversión sobre los $200M cada uno. El que mejor lo hizo fue el de Educación que pudo ejecutar el 86% de su PAI seguido por Salud, que llegó al 70%. Muy de cerca con una ejecución del 66% se encontró el Ministerio de Transporte. Del cuarto, por seguridad nacional, mejor ni comento la pobre ejecución que muestra Finanzas en su página web.

Todo el mal resultado del 2023 es responsabilidad del gobierno saliente.

Cosechamos lo que sembramos. Tendremos malos resultados si recortamos donde no corresponde y si además no se cumple lo programado. El presupuesto del 2024 y su buena y oportuna gestión serán atribuibles al Gobierno actual. No habrá excusa que valga. El Plan Anual de Inversión 2024 deberá marcar diferencia con los pasados y marcar el énfasis de la política pública.