Los antídotos contra los poderosos venenos mortales provenientes de los vipéridos se preparan con la misma toxina, pero atenuada, para crear las defensas necesarias contra estos.

El veneno en estas elecciones está representado por el partido de la “Esperanza”, que por lo visto tiene amplias posibilidades de triunfar. Considero firmemente que la opción que representa a la derecha no tiene argumentos, ni fuerza, ni votos para lograr un robusto resultado en la segunda vuelta. El correísta es un voto duro, que por lo tanto no cambiará de una vuelta a otra.

El voto de quienes optaron por otras alternativas, seguramente, no se decantará mayoritariamente por el candidato de la derecha y tenderá a nutrir el voto blanco o nulo, y algunos en muestra de protesta por sentirse robados, votarán en contra de la derecha, sin importarles lo que represente el candidato opositor.

El veneno no se combate con miel de abeja ni con finas hierbas, se lucha contra él utilizando una sustancia de composición similar pero manipulada y ablandada. Como vamos, y con el empuje, empeño e interés del Consejo Nacional Electoral, parecería que al final de la segunda vuelta terminaremos fuertemente envenenados y no necesariamente por COVID.

Esta segunda vuelta viene afectada por un sinnúmero de irregularidades, arrastradas desde el inicio de la primera vuelta. Hay mucho rechazo de una buena parte de la ciudadanía a la actuación del CNE durante el presente proceso. Han trabajado con la mesa inclinada, sin la neutralidad y objetividad que demanda una operación tan delicada como la que tienen a cuestas. Adicionalmente, esta segunda ronda también será golpeada por el incremento de casos de COVID ocasionados por las aglomeraciones en el día de las elecciones y las desenfrenadas celebraciones que ocurrieron alrededor de todo nuestro país durante el reciente feriado de carnaval y por farras de graduaciones.

Es muy complejo el panorama que se avizora en estas elecciones debido a un deslegitimado resultado electoral, que fue proclamado entre gallos y medianoche, con intenso hedor a fraude.