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Carlos Emilio Larreátegui | Abrirse al mundo

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Cooperación académica con Emiratos Árabes Unidos para convertir nuestras universidades en motores de desarrollo

La decisión del presidente Noboa de abrir una embajada en Emiratos Árabes Unidos es un acierto. A diferencia de otros gobiernos que han utilizado la diplomacia como herramienta ideológica, esta decisión responde a una visión pragmática: aprovechar el enorme potencial que una relación sólida con el país árabe representa para Ecuador.

Comencemos por lo evidente. Emiratos Árabes Unidos es uno de los principales productores de petróleo, no solo por el volumen de su producción, sino por el nivel de tecnificación e innovación que ha alcanzado en esta industria. Un país productor de petróleo como Ecuador tiene mucho que aprender de esta experiencia. Sin embargo, su liderazgo no se limita a los combustibles fósiles. Conscientes de la urgencia climática, los emiratíes se han posicionado también como actores clave en la transición hacia energías renovables.

Pero hay otro ámbito igual de relevante -y menos aprovechado por Ecuador- en el que Emiratos Árabes Unidos ha demostrado un progreso extraordinario: la educación superior y la investigación. A pesar de haber fundado su primera universidad hace menos de cinco décadas, hoy el país cuenta con más de cien instituciones universitarias, muchas de ellas especializadas, que aportan al desarrollo global.

Un caso emblemático es la Universidad Mohamed bin Zayed de Inteligencia Artificial, inaugurada en 2019, que trabaja en alianza con gigantes tecnológicos como Nvidia, IBM y Google para expandir las fronteras del conocimiento en este campo. Asimismo, con un enfoque en ciencia y tecnología, las universidades emiratíes lideran iniciativas en exploración espacial y resiliencia climática. Entre 2010 y 2023, la producción científica del país se triplicó, posicionándolo como un referente académico en el mundo.

Con un embajador experimentado en la construcción de alianzas como Felipe Ribadeneira al frente de esta nueva misión diplomática, Ecuador tiene una oportunidad que no debe desaprovechar; fortalecer la cooperación académica con Emiratos Árabes Unidos puede ayudar a convertir nuestras universidades en verdaderos motores de desarrollo.