Carlos Andrés Vera: ¿A quién creen que engañan?

Octubre 4, 2019: “En unos tres minutos no sé dónde estarán ustedes”. Fueron las amenazas de un dirigente indígena a cuatro policías del GIR, retenidos arbitrariamente por los comuneros. El contexto: un paro nacional cuya violencia escaló a un nivel sin precedentes. El lugar, la pequeña comunidad de Huaycopungo, cerca de Otavalo, en la provincia de Imbabura.

Días después, la violencia estalla en más de 40 puntos, solo en Quito. No sólo policías y militares son retenidos y secuestrados, sino que ciudadanos en toda la ciudad son asediados y obligados a cerrar sus negocios. El centro de la ciudad es escenario de guerra. Los medios y las redes registran cuadrillas de guerrilla urbana: escudos metálicos, bazukas artesanales y armamento letal son utilizados contra la policía nacional. ¿Quién entrenó a esa gente? ¿De dónde salieron esas armas?

Junio 2022: se repite un escenario muy similar al de Octubre de 2019. Esta vez el paro se extienden por 18 días y el país pierde más de $1100 millones.

1 de Noviembre de 2022: entre coches bomba, amotinamientos y disparos a unidades policiales, se registran al menos 12 ataques terroristas en Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo. Los ataques suceden entre la 1 y las 3 de la mañana. El país amanece en estado de zozobra.

Enero de 2023: mientras la CONAIE amenaza con un nuevo levantamiento si el Presidente Lasso invoca la muerte cruzada, la policía realiza un operativo en Huaycopungo. Se desmantela una red liderada por alias Caluqui, dedicada al tráfico de armas que abastecía a las FARC y el ELN, así como a grupos terroristas locales, entre ellos los que provocaron los atentados de Noviembre de 2022. Las amenazas del paro pierden fuerza.

Abril 2023: 4 integrantes del grupo guevarista son sentenciados por tráfico de personas. Su modus operandi: engañar a comuneros indígenas pobres que terminaron en una disidencia de las FARC, forzados a recibir entrenamiento militar y de guerrilla urbana.

Mayo 2024: quienes lideraron la violencia criminal en los paros de 2019 y 2022, se presentan ante el país como guardianes de la naturaleza y la ética pública. Evalúan una alianza, como si por primera vez se estuvieran poniendo de acuerdo.

¿A quién creen que engañan?