No puedo vivir sin redes sociales

A propósito de la caída de Facebook, Instagram y WhatsApp, ¿qué sería de la vida sin redes sociales? Una estadística muestra que en promedio un usuario navega más de 50 horas en internet al mes, es decir, 14 horas a la semana. El 63 % navega por alguna red social, el 12 % visita sitios web de noticias, educación, entre otros, y el 25 % comparte con otras actividades como ver televisión. Por lo tanto, la repentina caída de las más populares redes sociales, sin duda cambió por un instante nuestro humor y aumentó la adrenalina. Creyendo que la falla fue del celular, algunos lo reiniciaron, le sacaron la batería y por poco lo desarman.

Para quienes viven conectados a alguna red social, un minuto sin ellas se convierte en eternidad, y para liberar la angustia acudieron a Twitter y Tik Tok; también para expresar quejas acerca del mal funcionamiento y el aislamiento virtual. Pero, ¿por qué se cayeron las redes sociales? Suponemos que fue un fallo técnico o por la navegación simultánea de millones de usuarios de todo el mundo y así lo expresaron los populares memes , que no se hicieron esperar, como el del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg: “tranquilos, solo fue una prueba más de que... domino sus vidas”.

En definitiva, no podemos vivir sin redes sociales, aunque las visitemos por solo un instante, para enviar un mensaje corto o actualizar nuestro estado. Este hábito nos hace dependientes de la tecnología. Cómo nos relacionamos y reaccionamos, refleja que ya es imposible vivir sin la virtualidad social.

Mg. Roberto Camana-Fiallos.