Mientras más globalización más contagio; es la realidad, este es el mundo en que nos toca vivir. Por ello estamos obligados a realizar lo que esté a nuestro alcance a fin de dar respiro a la humanidad. No se debe caotizar, ni anarquizar. Matizar muy bien las informaciones, principalmente de las redes sociales, que en forma irresponsable difunden mentiras como un hecho cierto. 

Recordemos que entre 2014-2016 fue el ébola. Convertido en pandemia por la OMS llegó a matar a miles de seres humanos, se expandió por casi toda África, continente bastante olvidado y que no tiene la categoría actualmente de China. Los procedimientos que se están empleando son los mismos: cierre de fronteras, cuarentenas, prohibición de viajar; hubo contagios fuera del continente por repatriación del equipo médico. Distinto a lo actual, por cuanto China tiene 1.300 millones de habitantes, influencia económica y política, estudiantes de muchos países y viajeros por cientos de miles todos los días. Es lo que nos lleva a estar abrumados con las informaciones verdaderas y ficticias. 

Se llega a la crueldad de decir que matarán a los infectados. Recordemos a José Saramago (Premio Nobel) en el Ensayo sobre la ceguera, donde un virus deja ciegos a todos los habitantes de la ciudad, y su enseñanza es el comportamiento humano en estas circunstancias.

Ab. Franklin Lituma Manzo