La impunidad se define como la cualidad de dejar una culpa o exceso sin el merecido castigo. Es la condición que permite que sean cometidos delitos sin que los responsables paguen las consecuencias. La impunidad legitima, por un lado, la ausencia de responsabilidad, y por otro, la negación del derecho de la víctima a ser resarcida por los daños sufridos, poniendo en riesgo la protección de los derechos humanos. En muchos casos es una consecuencia de la corrupción del sistema judicial y signo inequívoco de la fractura del Estado constitucional de derechos. Aunque son muchos los crímenes o delitos que quedan impunes por negligencia, la impunidad por corrupción es particularmente alarmante. También se da por la falta o manipulación de evidencias o el soborno/intimidación de autoridades, lo que genera indefensión y la desconfianza de la ciudadanía en las instituciones de gobierno. La impunidad por ineficacia resulta de la negligencia, indiferencia, falta de recursos o corrupción del sistema judicial, hoy en ruinas. La de la mafia es la que se produce a consecuencia de intimidación, amedrentamiento y violencia infligidos por los grupos de mafiosos hacia los funcionarios o sus familiares. Y la impunidad de clase se da cuando la falta de respuesta del sistema judicial tiene como base el hecho de que los sospechosos son personalidades públicas de peso político y económico. ¿Hasta cuándo soportaremos la impunidad que reina en Ecuador?

Ab. Jaime Andrés Véliz Ortiz