Por los años 1500 y algo, Erasmo de Rotterdam escribió un ensayo que debería ser leído en escuelas, colegios y universidades para evitarnos espectáculos bochornosos, como el de la comisión de garantías constitucionales -así, con minúsculas- (CGC). El ensayo se llamó, originalmente, Elogio de la estulticia, pero luego se lo cambió y hoy se lo conoce como Elogio de la locura. La estulticia se define como la ignorancia, necedad o estupidez de una persona. La CGC confirmó todos los conceptos que describió Erasmo en su ensayo, y en especial, los más alharaquientos y bulliciosos, los que vienen de UNES, empezando por su líder, quienes en actitud exhibicionista, alardean de mucha facilidad de palabra y escaso sustento en pruebas. No han mostrado una sola prueba contundente contra el presidente Lasso. Las conclusiones que han mostrado son de penosa ridiculez, no se diga lo que sostiene el líder de la agrupación, desde Bélgica. Muchas agrupaciones políticas nos han acostumbrado a enarbolar acusaciones sin pruebas sólidas, pero en este caso, han llegado a confirmar todas y cada una de las acepciones de la estulticia. El pueblo se queda callado y Ecuador necesita que la gente que analiza se pronuncie. Ya basta de políticos y asambleístas mediocres. Exijamos que los procesos se hagan con seriedad y responsabilidad, ya estamos hartos de espectáculos grotescos, todos ellos dignos de una opinión de Erasmo: caso Yunda, caso Pandora Papers en Ecuador.

Ing. José M. Jalil Haas