Los soldados ecuatorianos están al servicio de la patria y su importante misión hoy cobra mayor importancia, cuando se orienta a defender los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos.

Desde hace más de 12 días están tratando de contener desmanes, destrozos y agresiones; esquivando piedras, palos, voladores transformados en armas letales, cohetes cargados de pólvora o bombas caseras de vidrio y gasolina.

Resguardando a quienes buscan trabajar para llevar el pan a su familia, cuidando a quienes necesitan llegar a un hospital, brindando seguridad a quienes asustados cierran las puertas de sus negocios o de su hogar, para evitar ser agredidos.

Los soldados han visto en las calles a ciudadanos que luchan por sus convicciones.

Pero también han observado el efecto que causan personas violentas disfrazadas de reivindicadoras de las luchas sociales, gente que solo busca generar caos y se escuda en las protestas para dañar los bienes públicos y privados, y atacar a la fuerza pública.

Mayra Lorena Núñez Vargas