Es preocupante la descomposición de la política actual, con un gobierno que fue elegido por un programa determinado. En forma insólita siguen los planteamientos de la otra candidatura, retrocediendo a épocas nefastas, para entenderse con corruptos que perjudicaron al país, aplicando los repartos, la dama del maletín, mayorías móviles y amarres en el Parlamento; asambleístas que no solo cobran diezmos sino que reciben parcelas de poder en sus provincias. La corruptela ha regresado y este gobierno pasará tristemente a la historia nacional, por errático y débil, cuando pudo ser más enérgico para no permitir que la politiquería de siempre retorne por sus fueros para revivir tiempos vergonzosos.

María Anunziatta Llerena N.