¡Respeten a los niños, no los etiqueten!

La decadencia de valores ya está contagiando a los centros educativos

¿Qué hay de verdad sobre los cupos para ingresar a una institución educativa escolar? ¿Por qué ponen tantas trabas? Son pruebas, exámenes médicos, investigaciones que duran días y mantienen en suspenso a los padres y al niño. Los niños están tan ansiosos que cuando van a rendir la prueba de admisión se retraen ante las personas y preguntas extrañas y terminan equivocándose, entonces los califican de ineptos y los rechazan. Los padres salen tristes. Ellos y el niño habían elegido esa escuela y ahora tienen que buscar cupo en otra aunque quede lejos de su hogar. La decadencia de valores ya está contagiando a los centros educativos; algunos se sienten privilegiados, se consideran de élite y pueden ‘descartar’ a las personas como si nada. Creo que esto se origina porque los maestros no se han graduado de normalistas, cuya formación académica está basada en la Pedagogía y Psicología, que les dan herramientas para conocer y comprender la psiquis de los niños; además su vocación de servicio se pone de manifiesto para el aprendizaje exitoso. Ellos deben evaluar a los niños, no otra persona. Cada niño es un mundo. Merecen respeto, ser considerados y recibidos con entusiasmo. No marcar diferencias si tienen alguna falencia, sino trabajar con esmero junto a ellos y no permitir que nadie les haga ‘bullying’. Todos deben ser incluidos en la sociedad, salvo aquellos que constituyen un peligro para ellos mismos y para los demás. El apoyo hacia ellos es una prioridad de la familia y del Estado, que debe dictar leyes que los favorezcan. No permitir que los acosen ni que sean vulnerados, peor que les nieguen cupo en escuelas y colegios.

Myrna Jurado de Cobo