Podemos reiniciarnos en un mundo más humano o seguir mal acostumbrados a convivir odiando, envidiando, con prejuicios y complejos. Seria mejor sustituir esos contravalores por amor, respeto y consideraciones a los demás. Hay que dejar la presión mediática que, despiadada e insana, no debe sobrevivir a la nueva época, más bien extinguirse y ser reemplazada por sistemas modernos acomodados a los tiempos que vivimos. ¿Será posible que entendamos y no nos sorprenda otra pandemia habiendo desperdiciado la actual, en que hemos dispuesto de tiempo para meditar, reflexionar y cambiar para dejar un mundo más humano a las nuevas generaciones.

Eduardo Jiménez Macías