La actual economía del Municipio de Quito no es nada buena como para que subsidie el pasaje del Metro en beneficio de los usuarios, ya que por esta obra tiene una enorme deuda que pagar y mal haría en fijar una tarifa baja, cuando un amplio sector de la población muy bien podría pagar 1 dólar o más por ese pasaje.

Sugiero esto, primero, para que el Municipio cumpla los pagos de la deuda con los multilaterales que financiaron la obra, pues no le resultará nada fácil debido a que en la última década triplicó su burocracia, la cual absorbe buena parte de sus recursos.

En segundo lugar, permitirá organizar racionalmente todo el transporte colectivo de la capital como un sistema multimodal seguro y de calidad, con tarifas diferenciadas y asequibles a todos los bolsillos, de amplia cobertura territorial, para restringir el uso del automóvil, despejar las congestionadas calles de la ciudad y descontaminar su atmósfera.

El otro aspecto importante es el modelo de gestión que escoja el Municipio para operar el Metro (clave para su éxito o su fracaso), y deberá tomar en cuenta las recomendaciones, al respecto, hechas por los multilaterales de contratar una operadora internacional especializada, fórmula que me parece adecuada.

Alfonso Frey