El Ministerio de Gobierno tiene que intervenir en el plan de vacunación; si es que existiera. Salud está a cargo, sin embargo, su burocratización y lentitud no le permiten actuar con prontitud, como lo puede hacer el de Gobierno. Este, por su característica, es más ágil y desde luego se encuentra a lado del presidente, que le permite dar órdenes para conseguir eficacia en la vacunación. Los preparativos, la vacunación propiamente dicha y las atenciones posteriores se llevan a cabo bajo un protocolo que puede convertirse en tortuoso y que impida la rapidez, no como se necesita. Un protocolo actualizado con profesionales entrenados es la clave del éxito, asegurando mayor eficacia y respetando las líneas prioritarias. Esta masiva concurrencia tiene que estar resguarda y allí es donde el ministro de Gobierno tiene que hacerse ver.

Se dice que han querido robar las vacunas, sabemos que la delincuencia no respeta nada por lo que la Policía está obligada a reforzar las seguridades de todo aquello que se necesite para la vacunación.

Israel está a punto de terminar de vacunar a toda su población, así, otros países tratan de salir del confinamiento procurando abrirse a las actividades económicas, escolares, recreativas, deportivas o culturales.

Ab. Franklin Lituma Manzo