Las autoridades aplican estándares de incrementos salariales de los demás países de América Latina. Lo importante es que el gobierno cumpla la Constitución del Estado invocando el art. 326 numeral 4. A trabajo igual de igual valor, corresponderá igual remuneración. Los demás países sí hacen un estudio de costos internos para pagar a trabajadores. El gobierno actual, por intermedio de la cartera de Trabajo ha resuelto incrementar $ 6 al SBU ($394): $400 mensuales a partir de enero de 2020. 

Los organismos sindicales solicitaron un incremento de $ 15. La clase empresarial resolvió incrementar $ 8. Estos 3 planteamientos son incongruentes pues la informalidad está creciendo en el orden del 65 % en Ecuador, incluyendo a ciudadanos extranjeros que con el ánimo de sobrevivir, trabajan de manera informal, lo que representa escasos ingresos para el erario nacional. 

Los informales buscan satisfacer sus necesidades básicas, tratar de educarse, comprar medicinas, la vestimenta y compartir con el núcleo familiar, lo que casi es imposible hacer. Los aumentos salariales no son lo correcto, traen incremento de precios de los productos de primera necesidad, y originan grandes cinturones de pobreza y desempleo masivo. Nuestro país y sus fuerzas laborales directas perciben salarios en dólares para la adquisición de bienes y servicios, educación, salud y otros conceptos.

Para frenar la iliquidez monetaria, que se prohíba a los extranjeros la expatriación de dólares por concepto de salarios, la creación de un ministerio de control de precios para conocer los valores de los bienes para el consumo de sus ciudadanos.

José Arrobo Reyes