¡Guayaquil, la perla abandonada...!

Así estás Guayaquil, mi perla. Abandonada, por tus ‘preclaros hijos’, que de hijos no tienen nada; que te invaden a diario por todos los rincones, con violencia, desorden, basura, irrespeto, y saturando tu vida, sin ley ni soluciones. Naciste con honores en el cerro Santa Ana. Tus casitas de ensueño de colores pintadas, pero hoy indolentes quieren borrar tu historia, con edificios altos anulando tu gloria. Las Peñas, primer barrio emblemático y gentil no puede cambiar su esencia. Ni el modernismo ni el metal vil, deben tener presencia. Es deber guayaquileño conservar los patrimonios culturales como joya preciosa, pero te tienen olvidada; luces triste y ansiosa. Hoy mi ciudad se ha convertido en un pueblo de propuesta ambulante, todo se vende en las calles con desorden impactante... y sin miramientos nos agreden, sin pena ni sentimiento. Se siente y vive un jolgorio, pero se ve el deterioro de calles y avenidas. Edificios despintados, porque el municipio del ornato se ha olvidado. Cables cual tallarines rodean la ciudad, adoquines saltados y huecos por todo lado, la quieren colapsar. Ya es hora de terminar con esta cruel mascarada, Guayaquil la sempiterna, debe ser respetada; por todos y sin distingos, así como ella nos da todo sin egoísmo. La mejor acción sería, dividir la ciudad por barrios con jurídica personería; el dirigente barrial sería el enlace con el ente municipal y así este tendría toda la información verídica, para con los problemas acabar.

Myrna Jurado de Cobo