Grecia, España y la migración mundial

No es ‘solo’ cuestión moral, de justicia, sino una parte imprescindible para reequilibrar y reunificar la brecha entre los continentes

Situadas en puntos del Mediterráneo cercanos a países empobrecidos, Grecia y España son la meta preferente de esos tan necesitados inmigrantes. Ambos países están también a punto de celebrar elecciones. En Grecia, tras el trágico naufragio de un barco de inmigrantes, solo 20 jóvenes de izquierdas repartían octavillas, calificando lo sucedido de “asesinatos”, en la céntrica plaza ateniense de Propilia, sin que se sumaran más personas a la concentración allí convocada. Tsipras, líder de la formación izquierdista Syriza, solo tras el naufragio prometió ayudar a los inmigrantes, pero los medios no reprodujeron sus palabras. En España, en el aniversario de la masacre en la frontera de Melilla, apenas 30 personas se juntaron en la madrileña plaza de Callao para calificar también de asesinatos a los “23”, pero en realidad quizá 100 muertos en la frontera de Melilla. A escala mundial, como hace 70 años, en Europa la migración de los países del sur hacia el norte es, económica, cultural y técnicamente, parte necesaria para reequilibrar la enorme distancia creada entre ambos bloques. No es ‘solo’ cuestión moral, de justicia, sino una parte imprescindible para reequilibrar y reunificar la brecha entre los continentes; aquí y también entre las Américas. Cuanto más se tarde en tomar conciencia de ese necesario interés mutuo, más difícil y doloroso será alcanzar paz y convivencia entre todos.

Emilia Novas Soler