“Está mi tierra linda el Ecuador tiene de todo, ríos, montes, y valles y minas de oro; más de 200 millas, si señor, hasta petróleo...”. Somos un país inmensamente rico, contamos con maravillas del mundo, como las islas Galápagos, con diversos paraísos considerados patrimonio cultural de la humanidad. Si agregamos que nuestras tierras son fértiles y se puede cultivar todo el año, entonces no hay duda que somos bendecidos por Dios. ¿Cuál es el problema? Es que siendo ricos nos hemos empobrecido. La situación es producto de una nefasta mentalidad pesimista de nuestra cultura, de manera especial por el bajo nivel de educación. Sin educación no se podrá realizar el cambio social, cultural, científico y el desarrollo del pensamiento. Para salir de la pobreza extrema debemos invertir en la educación. Este mensaje va dirigido a los aspirantes a la presidencia de la República, debe ser la principal promesa de campaña. Un ejemplo es Japón, siendo solo un archipiélago sin recursos naturales, un país pobre. Se ha enriquecido porque capacitó a su pueblo, convirtiéndose en uno de los principales exportadores del mundo. Con la propuesta de profundizar la educación se solucionan todos los problemas, incluyendo la COVID-19.

Lic. Ricardo Ordóñez J.