En este país estamos, lamentablemente, acostumbrados a tratar de adquirir males ajenos que en realidad causan malestar en todos sus habitantes. En el mundo se ha puesto de moda la enfermedad o virus procedente de China, el coronavirus. Tan solo que un ciudadano chino haya entrado al país con algo parecido, fue suficiente para que los medios de comunicación y el pueblo se pongan en una alerta enfermiza que en realidad nada tiene que ver con esa enfermedad. Según noticias provenientes de Italia, ellos han descubierto el antídoto restableciendo en gran parte la tranquilidad del mundo, pero en ninguno de los países más adelantados de Europa y otros se le dio mayor importancia. Lo que en realidad sí debe preocuparnos es el momento político que vivimos y que no vemos voluntad política alguna de parte del débil gobierno que maneja nuestro futuro. Se presenta con los mismos entornos y voluntad ante un pueblo que cada vez se hunde más con inseguridad, robos, asaltos, crímenes, etc., muchos de ellos producidos por elementos extranjeros. Estamos seguros de que para el gobierno de Venezuela fue un gran alivio permitir la salida de personas indeseables en su gran parte y que el gobierno de Ecuador ha acogido como acto de solidaridad, quitando muchas veces el trabajo -tan escaso en nuestro país- al trabajar con salarios más bajos y fomentar además la indigencia y malestar de los ecuatorianos.

Ing. Édgar Diminich