Hace muchos años se decía que nadie en el sector público podía ganar más sueldo que el presidente de la República, pero lamentablemente ningún expresidente tuvo la iniciativa, menos aún el valor para tomar decisiones que regulen esta anormalidad. Por fin, el actual mandatario, a través del Ministerio del Trabajo, emitió la tan esperada resolución, por lo que los tales sueldos dorados bajan a un nivel acorde a la economía del país.

Causa verdadero fastidio haberse enterado de que un odontólogo haya ganado más de $ 16.000.00 y por ahí hay otro que gana ¡más de 64 mil dólares!

Otro asunto que debe regularizarse es el sueldo vitalicio de los expresidentes. También horroriza conocer que hijos de expresidentes que murieron ¡continúan recibiendo dicho sueldo vitalicio!, cuando los beneficiarios ya cumplieron mayoría de edad hace más de dos décadas.

Merece recordar respecto a este último asunto, que el Instituto de Seguridad Social cubre el Montepío de los hijos del afiliado fallecido solo hasta la mayoría de edad, es decir, hasta los 18 años, salvo que sea minusválido.

Seguir recibiendo este beneficio por eterna memoria, resulta una indelicadeza.

Entonces, cabe igualmente revisar este presunto abuso, tendente a eliminar el pago, valores que podrían servir para gastos más útiles.

Víctor Terán