Ojalá que en estos próximos 18 meses el presidente actual pueda delegar funciones, aunque la responsabilidad final seguirá siendo de él, de muchas actividades que no fueron resueltas por el inepto gobierno anterior: los apagones en los cuales se pierde dinero a diario; la crisis carcelaria que nunca fue resuelta; los resultados de las muertes de un candidato a la Presidencia y algunos alcaldes y concejales, y todas aquellas que suceden a diario en el país, como producto del sicariato, incluso ahora hasta de policías en servicio activo; el gran hueco fiscal que dejó “el famoso gobierno del Encuentro”, peor ahora que ya no va a haber ingresos anuales del Yasuní-ITT; la falta de empleo en todo el país y que prometieron los dos últimos gobiernos anteriores a este, en el orden de los dos millones. 

Cómo se burlaron de la gente los dos últimos gobernantes, buen par de ineptos. Hay que ser demasiado optimista para creer y pensar que vendrá la inversión extranjera al Ecuador, porque esa es en definitiva la que produce y origina nuevas fuentes de empleo, pero hay que garantizarles seguridad jurídica, la cual no existe; y por otro lado, existen inversionistas y emprendedores locales que quieren crear nuevos negocios que produzcan a su vez fuentes de empleo, pero creo que no lo hacen porque los extorsionadores los van a hacer pensar una y otra vez. 

Sigo creyendo que el gobierno anterior, el de los 900 días, fue un rotundo fracaso, que nunca resolvió estos problemas.

Roberto Flores